En el corazón de la eurozona, Luxemburgo sigue siendo hoy un
paraíso fiscal que gestiona grandes fortunas escondidas y el fraude y la
evasión de capital de una buena parte del mundo. La economía de este pequeño
país depende de su plaza financiera, por lo que resulta imposible criticar allí
las finanzas y sus derivados.
Actualmente, el nuevo gobierno del Gran Ducado se afana en
seguir la línea fijada durante los dieciocho años de Jean-Claude Juncker como
primer ministro; que últimamente efectuó un retoque cosmético del paraíso
fiscal suficiente para que alguna prensa anunciara en titulares que Luxemburgo
había suprimido el secreto bancario. Esa gestión asociada a la de presidente
del Eurogrupo (enero 2005 - enero 2013) durante la crisis del euro, le ha valido
su cartel de europeo prominente y respetado. Y por consiguiente en círculos del
poder europeo se apuesta por Jean-Claude Juncker como candidato del partido
popular europeo para presidente de la nueva Comisión europea, a elegir por el
Parlamento europeo que salga de las elecciones en 2014. Y hay que recordar que este
pequeño país es uno de los seis países fundadores de lo que se llamaba
Comunidad Europea.
La gente y los
lobistas
« Aquí, la plaza financiera pesa en las
mentalidades y se la defiende sin reflexionar.
Está claro en el discurso del ambiente: lo que es bueno para el centro
financiero es bueno para el país”. Es el testimonio de Mike Mathias,
socioeconomista y asistente parlamentario de Los Verdes, recogido por la
revista digital francesa Mediapart, en un documentado reportaje en diciembre
2013 (Comment le Luxembourg s'est construit en trou noir de la finance mondiale)
sobre la realidad de este micropais tan
influyente en el devenir europeo.
Y añade este
economista que poca gente se atreve a levantar la voz para criticar el impacto
de esta política sobre el país. “No hay
voluntad política para enfrentarse al peso del lobby financiero”.
Y con la foto adjunta, esa revista ilustra la importancia local de las representaciones de los intereses financieros, donde en el Kirchberg se sitúa la Maison de la Finance que reúne a los lobistas del sector, que tiene cerca instituciones relevantes europeas y locales. En el barrio del Kirchberg, situado en el noreste del centro de la ciudad, la Ville, ubican varias instituciones de la Unión Europea como el Tribunal europeo de Justicia, el Secretariado del Parlamento europeo, el Banco europeo de Inversiones y parte de la Comisión Europea; además de otras entidades importantes del Gran Ducado.
Y con la foto adjunta, esa revista ilustra la importancia local de las representaciones de los intereses financieros, donde en el Kirchberg se sitúa la Maison de la Finance que reúne a los lobistas del sector, que tiene cerca instituciones relevantes europeas y locales. En el barrio del Kirchberg, situado en el noreste del centro de la ciudad, la Ville, ubican varias instituciones de la Unión Europea como el Tribunal europeo de Justicia, el Secretariado del Parlamento europeo, el Banco europeo de Inversiones y parte de la Comisión Europea; además de otras entidades importantes del Gran Ducado.
Los luxemburgueses son conscientes de que el sector
financiero les permite lograr unos salarios a menudo dos o tres veces
superiores a los de sus vecinos franceses y alemanes, a igualdad de puesto y de
cualificación profesional. Por eso, hablar allí de finanzas y del paraíso
fiscal sigue siendo un tema tabú, según la citada revista francesa crítica; un
tema que no se encuentra en los debates públicos ni siquiera en los ambientes
progresistas porque consideran que les haría retroceder económicamente.
Y es que a medida que
la siderurgia fue decayendo, el Gran Ducado se volcó hacia las finanzas como
instrumento de enriquecimiento nacional con gran éxito. Y su prioridad fue
atraer los fondos de inversiones y en particular los fondos de alto riesgo
concediéndoles fuertes exenciones fiscales. Para toda la gama de servicios
financieros offshore o para no residentes, se fue aligerando al máximo la
regulación. Y la cosa les dio resultado.
La
importancia de la plaza financiera
Con 525,000 habitantes en una “finca” como le calificaba un
aristócrata español, el sector financiero tiene un peso aplastante: representa
el 12 por ciento del empleo, un cuarto del PIB y genera casi un tercio de los
ingresos fiscales. Es el segundo mercado mundial de fondos de inversión (detrás
de los EEUU) y el segundo lugar de domiciliación de los hedge funds del mundo,
los fondos de alto riesgo dedicados a la especulación financiera. Además,
abriga el mayor mercado de aseguradoras cautivas de Europa. Pero sobre todo es
el primer país de la eurozona en el campo de la gestión de patrimonios privados,
que gestiona 300,000 millones de euros
de activos; es decir, la mitad de la cuantía que gestiona la banca suiza; según
los datos actuales recogidos en el citado reportaje.
Actualmente cuenta con unos 140 bancos en su reducido
territorio; de los cuales únicamente 5 son luxemburgueses y 39 alemanes, 14
franceses y 11 belgas. Con sus 4000 asalariados el BNP local, resultado de la
fusión con la Banque Générale de Luxemburgo (BGL), es la segunda empresa del
país, detrás de la siderúrgica ArcelorMittal. Luxemburgo es el primer destino
offshore de los activos gestionados por la banca francesa; y el 18 % de los
beneficios del grupo Deutsche Bank provienen de sus cuatro filiales
luxemburguesas. De ahí que con frecuencia en los gabinetes gubernamentales
europeos, se censure la tradicional hipocresía de Alemania y Francia en estos
asuntos.
La gestión de “banca privada” o de patrimonios particulares
representa en torno a un 20 % de los ingresos del sector financiero, bastante
más que la gestión de fondos de inversión y los seguros de vida que en conjunto
son el núcleo de la máquina financiera. Asimismo, hace un año Luxemburgo ha
legislado sobre las “family office”,
reservando a profesionales autorizados estas agencias de gestión de las
fortunas particulares y de la vida privada de los más afortunados del planeta;
actualmente se debate una ley sobre la creación de fundaciones privadas que
permitirá ocultar la identidad del beneficiario último. Y cerca del aeropuerto
se construye un puerto franco, donde compitiendo con Ginebra, podría albergar
cantidad de obras de arte como recurso opaco para librarse de la fiscalidad
europea.
Opacidad financiera
No podemos olvidar que el Gran Ducado dispone del marco
europeo y mundial propicio como relatamos en el capítulo dedicado a Las finanzas opacas de Luxemburgo, en
nuestro libro La Europa opaca de las finanzas y sus paraísos fiscales offshore
(Icaria, 2008, pp.159-171), disponible en pdf en la columna lateral de este
blog. Como
centro offshore para la atracción de capital foráneo, algunos informes
equiparan Luxemburgo a las islas Caimán. En 2013, Luxemburgo ocupaba el segundo
puesto, entre Suiza y Hong Kong, según el índice de jurisdicciones del
secretismo de Tax Justice Network.
Y los datos acopiados
por el economista francés, Gabriel Zucman, en su reciente libro La riqueza oculta de las naciones señalan
precisamente que un tercio de los 1,8 billones de dinero oculto en Suiza se
invierte en fondos de inversiones domiciliados en Luxemburgo, mediante
sociedades tapadera que no permiten identificar su dueño. Zucman considera que
ningún país ha llegado tan lejos en la “comercialización
de su soberanía”, puesto que deja que las empresas negocien los tributos y
las reglas a las que han de someterse. De ahí que el autor del reportaje de la
revista Mediapart asegure que un examen de los archivos de la propia revista le
permite concluir que el papel de este micropais en el corazón de Europa juega
el papel de “agujero negro de la
globalización”, tremendamente acogedor para los ricos europeos y las
grandes empresas dispuestas a escaparse de sus obligaciones fiscales y legales
de todo tipo.
Entre las modificaciones legislativas recientes, destaca el
acuerdo Fatca firmado por Luxemburgo con los EEUU que, tras las revelaciones
sobre el entramado organizado por el banco suizo USB para defraudar en suelo americano, intenta lograr la
implantación del intercambio automático de información de todos los datos que
conciernan a los estadounidenses mediante convenios con países. Este acuerdo
bilateral entrará en vigor próximamente, pero ya ha dado sus frutos al lograr
que los medios hayan difundido sin análisis crítico la idea de que se acabó el
secreto bancario en Luxemburgo. Por cierto, una noticia que ya logró los
titulares de la primera página de gran
parte de la prensa mundial, tras los acuerdos del G-20 de abril de 2009 en Londres.
Da con una mano y quita con la otra
Recientemente Luxemburgo ha anunciado su intención de ir modificando su posición en elementos claves como el intercambio automático de información tributaria; propósito que ratifica Eurodad (una red de 48 ONG ) en un informe de diciembre de 2013 que aporta datos actuales interesantes sobre el papel financiero del Gran Ducado bajo el expresivo título que figura en la portada. (Dan con una mano y lo quitan con la otra)
Da con una mano y quita con la otra
Recientemente Luxemburgo ha anunciado su intención de ir modificando su posición en elementos claves como el intercambio automático de información tributaria; propósito que ratifica Eurodad (una red de 48 ONG ) en un informe de diciembre de 2013 que aporta datos actuales interesantes sobre el papel financiero del Gran Ducado bajo el expresivo título que figura en la portada. (Dan con una mano y lo quitan con la otra)
El papel de Europa en la fuga de capitales relacionada con impuestos desde los
países en desarrollo). Porque Luxemburgo suele aparecer destacado entre los
países donantes para el desarrollo mundial. Y sin embargo, dado que el sector
de los servicios financieros de Luxemburgo desempeña un papel clave en el
sistema global, la fuga de capitales dentro de ese sistema financiero global,
que promocionan micropaises como Luxemburgo, tiene impactos muy negativos sobre
los países en desarrollo.
Y lo cierto es que a pesar de ser un país defensor de las
ideas europeístas, en los últimos años Luxemburgo – junto con Suiza y
Austria - ha socavado los esfuerzos para
promocionar la transparencia financiera mediante la directiva europea de la
tributación del ahorro particular. Cediendo a las presiones de Alemania y
Francia, que plantearon la falta de respuesta de Luxemburgo a las demandas exteriores
de información, el ministro de finanzas del Gran Ducado anunció en abril de
2013 que en el marco de esa directiva introducirá a partir del 1 de enero de
2015 el intercambio automático de información fiscal sobre todos los pagos que
hagan los bancos de Luxemburgo a
residentes en otro país de la UE. Al parecer después de haber combatido el
intercambio automático de información tributaria durante más de diez años,
ahora Luxemburgo dice que apoya este objetivo global.-
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