Es uno de los pocos acuerdos concretos del 2 abril 2009 en Londres. Algo inexplicable para lectores o televidentes.
Por eso, optaron por inundarnos con las sonrisas de los “Líderes”, que es como se han denominado a sí mismos en la declaración principal.
Pues sí, la Isla de Jersey y la Isla de Man han dejado de ser consideradas oficialmente paraísos fiscales, porque han suscrito convenios que les obligan a dar información fiscal cuando la otra parte se la pida (algún fiscal o policía incordiante).
Es la nueva regla que llevaba tiempo cociéndose en la OCDE, aunque la experiencia venía demostrando que no sirve para combatir la evasión fiscal dado el trasiego de fondos entre países.
¡Compruébelo usted mismo! Pinche aquí para ver el documento con el listado que los gobernantes del G-20 pidieron a la OCDE que hiciera pública con “jurisdicciones” buenas y regulares (tax havens=paraísos fiscales)
La lista mala o negra con Austria y tres países duró tres días porque en seguida la OCDE les aceptó su compromiso para el intercambio de información fiscal a petición.
En la primera lista hay cuarenta “jurisdicciones que han aplicado sustancialmente los estándares internacionales convenidos sobre fiscalidad”. (No se deje impresionar por este lenguaje elaborado para desanimarle). Vean en esa lista “blanca” juntos y revueltos a EEUU, China, España, Francia o Alemania con Malta, Chipre, las Islas de Guernesey, Jersey, Man y las Islas Vírgenes estadounidenses, unos micro países y territorios catalogados anteriormente por la OCDE como paraísos fiscales con criterios más serios. Pero ya no lo son porque han suscrito más de doce convenios fiscales según el modelo de la OCDE; no importa si es el convenio de Jersey con las Islas Feroés en 2008; o de la Isla de Man con Groenlandia en 2007; es decir, con jurisdicciones que apenas mueven dinero fuera.
Está claro que esta lista solo pretende homologar a esos importantes paraísos de las finanzas globales.
¿Y lo de “La era del secreto bancario se acabó”?
Pues igual. Todos recordamos que fue el notición en los telediarios españoles. Ya que no nos informaban que se había refundado el capitalismo, los ciudadanos agobiados por la crisis al menos se consolaban pensando que Obama y el G-20 iban a controlar a los bancos con filiales en paraísos fiscales, es decir, A TODOS.
Pero con las prisas en las redacciones, nadie nos dijo que de ese asunto no había nada más en los documentos firmados. Que era solo una frase.
Pero con las prisas en las redacciones, nadie nos dijo que de ese asunto no había nada más en los documentos firmados. Que era solo una frase.
Y tampoco nos contaron que algunos gobernantes de los países y territorios considerados hasta entonces paraísos fiscales, como Luxemburgo, ya sabían todo eso aunque su jefe de gobierno no estuviera en la reunión de Londres.
Porque, para tenerle al tanto, en una carta del 13 de marzo 2009 el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, se lo explicaba al Ministro de Justicia de Luxemburgo, Luc Frieden. Venía a decirle que no se preocupara porque exigieran convenios bilaterales de información fiscal a petición para no estar en la lista de paraísos fiscales.
Y le explicaba que “el secreto bancario no es incompatible con el intercambio efectivo de información con propósitos fiscales ”. Además como “todos los países tienen secreto bancario o normas de confidencialidad, la aplicación del estándar internacionalmente convenido sobre el intercambio de información fiscal requiere solamente limitadas excepciones a las normas del secreto bancario y no socavaría la confianza de los ciudadanos en la protección de su privacidad”
Vamos, que Luxemburgo no se preocupara porque su negocio financiero basado en el secreto bancario no se iba a ver afectado.
Claro que todo esto resulta muy complicado y “muy técnico” para nuestros parlamentarios de la derecha e izquierda institucional y les interesa más quien se lleva la pasta disponible, sea Autonomía o empresa de amiguetes.-
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