martes, 22 de mayo de 2012

Bankia, ese gran banco a nacionalizar de verdad



El impacto mediático de la inesperada dimisión de Rodrigo Rato dio un giro imprevisto a la entrevista en torno al libro  El casino que nos gobierna para el programa Singulars de la TV3 de Cataluña prevista para el martes 8 de mayo, permitiendo ahondar en la dimensión dañina de la banca financiera surgida de la banca tradicional, que se basaba en la antigua cartilla de ahorros y en la concesión de crédito a la economía productiva que crea riqueza y empleo sin trampas ni juegos financieros tan de moda ahora.


























Este país no puede aceptar la política de avales y subvenciones a un tipo de banca que ha contribuido a crear la crisis y sigue creando paro. Hay que pedir colectivamente la nacionalización de Bankia, que  es la única solución desde la perspectiva del interés general del país. Pero una nacionalización efectiva que convierta la entidad en un banco tradicional, una banca de depósitos destinada a la concesión responsable de créditos a las PYMES y al consumo; es decir, alejada de los negocios financieros, suprimiendo filiales y sociedades en paraísos fiscales (en las Caimán, por ejemplo, como tenía Caja Madrid) y sometida a unos objetivos  de financiación de la economía real, de cuya ejecución se rinda cuentas ante el Parlamento, si queremos salir de la degradación de la democracia a la que hemos llegado.

Y hemos de cambiar una UE donde la democracia, que solamente llega al nivel de los Estados miembros, se va vaciando de contenido porque sus gobernantes atienden más a los deseos de los jugadores del casino financiero que a los ciudadanos.