“Los vigilantes de los bonos soberanos hacen
que pague Europa”, decía la revista digital Market Watch.
“”La intencionalidad política de los grandes inversores
globales en deuda pública no se oculta en las informaciones y comentarios de la
prensa especializada; porque en realidad son una fuerza política de facto. En
la primavera de 2010, desde San Francisco, con un lenguaje descarnado la citada
revista digital Market Watch, vinculada a The Wall Street Journal, subrayaba
que los “vigilantes de los bonos” estaban dispuestos al ataque y que Grecia
quizás fuera solamente la primera victima, hechos y opiniones a considerar por
el común de los inversores.
“Los más
poderosos inversores de bonos del mundo han perdido la paciencia con los
gobiernos (europeos) que lanzan una fiesta en el sector público con el dinero
barato que toman prestado y ahora intentan zafarse del pago de las deudas y
abastecer a sus ciudadanos. Grecia, con sus libros cocinados y modos
derrochadores, fue un blanco fácil para las armas de los vigilantes; pero
Portugal y España están asimismo bajo el fuego y los amos del mercado de bonos
tienen clavados los ojos en cómo el Reino Unido maneja sus finanzas. De hecho,
ningún gobierno parece seguro, ni siquiera los EEUU”.
Con importantes matices distintos de los percibidos entonces
a través de los medios de información general, este analista especializado
relataba que en la primavera de 2010 la crisis financiera se presentaba como
una crisis de la deuda pública; es decir, una acumulación de deuda por la que
los gobiernos se veían obligados a pagar fuertes primas de riesgo, con el
encarecimiento de los intereses requeridos por los prestamistas y los
especuladores. Los mercados – decía - habían entrado en una segunda fase que
enfrentaba a los “vigilantes de los bonos” y los gobiernos acusados de
temerarios y derrochadores. Y apelaba el referido presidente de Yardeni
Research, que afirmaba que “los vigilantes de los bonos están intentando
poner orden y ley en materia fiscal y monetaria. Si las autoridades monetarias
y fiscales no regulan la economía, lo harán los inversores. La economía será
regida por los vigilantes en el mercado del crédito.” Evidentemente al hablar de economía se estaba
refiriendo a hechos del ámbito financiero y al mismo tiempo es evidente la
doctrina política sustentada para interpretar los hechos. El analista de Market
Watch recordaba un hecho real, que la crisis financiera había trasladado la
carga de las deudas de los bancos a los gobiernos y que esto había alarmado a
los inversores de todo el planeta. De ahí que hubieran cogido el timón un nuevo
tipo de vigilantes para afrontar la nueva situación. Mediante la utilización
del apalancamiento y de las veloces plataformas electrónicas de negociación,
estos compradores y vendedores de bonos, “disparan
primero, cabalgan y no miran atrás”, decía, con un mensaje tajante para los
gobiernos: “limpia tu casa fiscal o paga
más a los tenedores de bonos por el dinero que necesitas, si es lo que lo
puedes encontrar”. Toda una estrategia financiera contra el endeudamiento
de los gobiernos europeos…””
(texto tomado del libro El
casino que nos gobierna, págs. 297-298)