(Publicado en Le Monde Diplomatique-Cono Sur. Edición Nº163 Enero 2013)
Hasta hace poco, los fondos buitre eran un problema para algunos países
en vías de desarrollo con elevado endeudamiento externo generado por regímenes
dictatoriales. Pero en la actualidad se presentan como un peligro para los países
europeos empobrecidos como Grecia. Lejos de ser algo marginal, son parte de un
sistema financiero globalizado sin control, que amenaza la economía real y
hasta la misma democracia. Los denominados en el argot financiero anglófono
vulture funds (fondos buitre, en español) no son más que el apelativo de los
fondos de inversiones de alto riesgo (hedge funds) que, carentes de regulación
alguna, se especializan en la adquisición de valores y activos devaluados de
corporaciones empresariales pero, sobre todo, de bonos soberanos de Estados en
dificultades económicas o al borde de la bancarrota. Porque en los mercados
financieros mundiales las deudas de los Estados son un activo más, objeto de
negocios puramente especulativos…