A los escándalos de la gran banca de los últimos años sobre
la manipulación de los tipos de interés del Libor y Euríbor, del tipo de cambio
de las divisas, del precio del oro y de las Bolsas, se suma ahora la corrupción
de la Fédération Internationale de Football Association
(FIFA) que afecta a dirigentes de las 209 asociaciones nacionales que la
integran.
Y este escándalo mundial de la corrupción en la FIFA pone de
manifiesto una vez más el papel decisivo que juega la gran banca internacional
en el lavado de dinero sucio, en la evasión
y el fraude fiscal, en la delincuencia económica de gran calibre y en la
corrupción política.
Las acusaciones
presentadas por el Departamento de Justicia de EEUU en mayo de 2015 menciona a más
de 20 grandes bancos utilizados por nueve funcionarios de la FIFA y cinco
ejecutivos de la industria deportiva para las transferencias y la recepción de
posibles sobornos, incluyendo al Credit Suisse, HSBC, Standard Chartered,
Julius Baer, JPMorgan Chase, Citigroup o Bank of America.
Los presidentes de la
FIFA y la UEFA, Sepp Blatter y Michel Platini, fueron suspendidos de sus
funciones a principios de octubre, después de un pago de la FIFA de dos
millones de francos suizos a Platini en 2011 según informó el banco suizo USB a
las autoridades.
Y en octubre último,
según el Financial Times (30/10/2015), el Credit Suisse se convertía en el
primer banco mundial que declaraba haber sido contactado por las autoridades
estadounidenses y suizas en la indagación sobre la corrupción de la FIFA,
siendo interrogado acerca de la gestión de los pagos ilegales a los dirigentes
del órgano rector del fútbol. Según afirmaba en el informe de resultados
trimestrales, este banco suizo estaba cooperando con las autoridades.
"Las autoridades de Estados Unidos y Suiza
están investigando si varias entidades financieras, incluyendo Credit Suisse,
permitieron el procesamiento de transacciones sospechosas o de otra manera
inapropiadas, o dejó de observar las leyes y regulaciones contra el blanqueo de
capitales, con respecto a las cuentas de determinadas personas y entidades
asociadas con la FIFA ", decía este banco. Aunque portavoces
informales de la entidad, restaron importancia a esa declaración alegando que
era una "información rutinaria" dada por el banco a los reguladores.
Sin embargo, los Fiscales estadounidenses han
amenazado con castigar a los bancos por no informar sobre las actividades
sospechosas en las cuentas relacionadas con la FIFA como parte de la
investigación sobre corrupción de los altos dirigentes del fútbol mundial, según
ha contado posteriormente el periódico británico citado (13/12/2015); lo que
tendrá graves consecuencias si avanza las indagaciones de los fiscales. En
2014, JPMorgan Chase pagó una multa de 2.000 millones por no presentar los
informes reglamentarios en relación con las operaciones bancarias relacionadas con la
estafa piramidal que dirigía Bernard Madoff.
Además de
Credit Suisse, JPMorgan, junto con Bank of America, Citigroup, HSBC, Standard
Chartered y UBS son algunos de los bancos que mantienen conversaciones privadas
con los fiscales acerca de lo que sabían y cuando lo supieron, como parte de la
referida investigación. Todos estos y otros grandes bancos mantuvieron cuentas
de la FIFA o de entidades conectadas con la FIFA y los individuos acusados, o
fueron utilizados como parte de las transferencias de dinero ilícito, que en
algunos casos podrían ascender a millones de dólares, de acuerdo con la
acusación que en mayo conmocionó al mundo del fútbol.
En los casos de
Credit Suisse y UBS en Suiza, los fiscales de Estados Unidos también intentan
obtener información sobre la FIFA y sus entidades relacionadas sin tener que
lidiar con las restricciones de las leyes suizas de secreto bancario. Un
acuerdo con el Gobierno suizo podría darles un acceso más libre a la
información de las cuentas bancarias relacionadas con la FIFA, en lugar del
sistema actual de tener que hacer solicitudes individuales de datos. Los fiscales
han apuntado a la aplicación de la legislación aprobada por el parlamento suizo
en 2010 que permitió a UBS transferir a las autoridades estadounidenses miles
de nombres de clientes estadounidenses sospechosos de evadir impuestos.
Hasta ahora, en
la investigación de la FIFA, la Oficina Federal de Justicia ha congelado
algunas cuentas bancarias en Suiza en respuesta a cuatro solicitudes
estadounidenses de asistencia judicial, y también ha ordenado la entrega de los
documentos correspondientes en cinco, resoluciones parciales finales, de
acuerdo con los Departamento Federal de Justicia y Policía suizos.
A principios de
este mes las autoridades estadounidenses dieron a conocer las acusaciones
penales contra 16 ejecutivos actuales y anteriores de la FIFA en América Central
y del Sur. Hasta el momento, un total de 41 personas y entidades han sido
acusadas en la investigación de la FIFA.
Los fiscales
han hecho saber a todos estos megabancos que desde hace mucho tiempo era sabido
que la FIFA es una organización corrupta, por lo que los bancos deberían haber
presentado regularmente informes sobre las actividades sospechosas de las
personas y entidades vinculadas a aquella organización. Curiosamente muchos de
los bancos implicados, han respondido que hasta hace poco los medios de
comunicación apenas habían informado de modo significativo de las acusaciones
de corrupción que rodean la FIFA; entre otras razones porque algunas de las
personas acusadas de los sobornos eran empresarios muy respetados en sus
países, que no suscitaban sospechas.
Pero lo que se
demuestra una vez más es que la gran banca ampara el lavado de dinero sucio así
como la evasión y el fraude fiscal o la delincuencia económica de gran calibre,
dada la laxitud de las regulaciones vigentes y en la insuficiente supervisión
bancaria junto a unas penalizaciones económicas previsibles muy inferiores a
los beneficios previamente logrados con transacciones internacionales al margen
de la ley.-
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