Todo lo dicho sobre
los banksters podría ser una descripción del caso del Deutsche Bank, según el
informe de la ONG SOMO de Ámsterdam. Las multas, los acuerdos de compromiso y
las compensaciones obligatorias que el Banco ha tenido que pagar desde 2009
ascienden a casi 20.000 millones de euros. Entre los delitos cometidos
encontramos la manipulación del líbor y el euríbor (junto con la mayoría de los
grandes bancos europeos y estadounidenses), el lavado de dinero sucio, el
fraude fiscal, la manipulación de swaps de tipos de interés, los CDS y otros
derivados, adquisiciones fraudulentas mediante falsos pretensiones de garantías
públicas y las prácticas ilegales con hipotecas. El banco es también uno de los
culpables de los fraudes fiscales revelados por los Offshore Leaks de 2013 y los Luxemburg
Leaks. Sin embargo, el caso más espectacular todavía está por cerrarse. El
16 de septiembre de 2016, el Departamento de Justicia de los EEUU presentó una
reclamación de más de 14.000 millones de dólares por los métodos ilegales
utilizados en el negocio hipotecario estadounidense del Banco antes de la
crisis. Aunque el Banco ya se ha dotado de unas provisiones de 5.000 millones
de euros para afrontar futuros juicios, el pago de la cuantía total demandada
por los EEUU podría llevarle a su colapso. Aunque al final de las negociaciones a puerta cerrada,
se puede esperar una reducción de la multa. A esta amenaza jurídica se une la
crisis económica del Deutsche Bank que muestran todos los indicadores. Entre el
1 de enero de 2006 y el 29 de septiembre de 2016, su valor en el DAX (índice de
la Bolsa alemana) ha caído de 45.300 millones a 14.500 millones de euros; una
disminución del 67,9%; una bajada solo superada por el Royal Bank of Scotland
con un descenso del 70%.
Fundado en 1870, el Deutsche Bank (DB) ha
sido el orgullo de la industria financiera alemana durante muchos años. Ya
antes de la Primera Guerra Mundial, el banco era un actor global con
importantes filiales desde Buenos Aires hasta Hong Kong, Singapur y Calcuta.
Muchos comentarios en Alemania que lamentan la crisis actual de este banco
apuntan a esa tradición de 150 años.
Tras sus años de
vergonzante colaboración con el régimen nazi, después de la Segunda Guerra
Mundial el gobierno militar de Estados Unidos consideró dividir el Banco; pero
el comienzo de la Guerra Fría, paralizó estos planes. En las décadas
siguientes, el DB se convirtió en el núcleo de lo que se llamaba Alemania Inc. Alemania S.A., una simbiosis
con los grandes actores de la industria alemana, como Mercedes, BASF, Siemens,
etc. En ese período el DB tenía un asiento en el consejo de 35 de las 100
mayores corporaciones alemanas; y era uno de los principales financiadores de
la reconstrucción de postguerra. Sin embargo, a partir de los años noventa, el
DB comenzó a integrarse en el nuevo tipo de capitalismo financiero globalizado
abierto a la supresión de los controles sobre el movimiento de capitales y a la
liberalización vía acuerdos comerciales, así como al estímulo del supervisor
alemán. E DB se convirtió en un megabanco sistemáticamente importante a nivel
internacional y el mayor banco de la zona euro.
La división de
inversiones del Banco, cuya base principal era la sucursal de Londres, se convirtió
en el centro de gravitación para el nuevo modelo de negocio; y también el centro de beneficios hasta 2008.
En una conferencia del SPD, el partido socialdemócrata alemán, Ackermann
consejero delegado del DB, declaró que después de las crisis asiáticas de 1998,
"los mercados financieros se han
vuelto mucho más estables". Las razones de esta estabilidad eran las
"sabias políticas" junto con "el uso de instrumentos financieros innovadores y la aparición de nuevos
actores que permiten una mejor distribución de los riesgos. Estamos hablando de
instrumentos como los derivados y la titulización". Aunque sucedió
todo lo contrario, Ackermann permaneció en el cargo hasta 2012 como personaje
arrogante e influyente, sobre todo como presidente del Instituto Internacional
de Finanzas, una agencia del lobby bancario global. Sólo después de que los
rumores sobre las prácticas delictivas del DB se fueron confirmando, se
desvaneció este ejemplo de colusión entre el capital financiero y la política.
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