martes, 31 de marzo de 2020

LAS ESTRATEGIAS BANCARIAS DE DIGITALIZACIÓN Y BIG DATA (II)


Ocho de cada diez españoles emplean una vez al mes soluciones de banca online. La comodidad en las operaciones, la versatilidad de uso y la seguridad son los tres criterios que más valora el cliente del sector financiero, que muestra ya un perfil acusadamente digital; pero sin que se vean mermados los que les ofrece la banca tradicional, según apuntan las informaciones especializadas. De hecho, los grandes bancos están centrando sus estrategias en atraer más clientes digitales mediante tecnologías avanzadas. Y esta dinámica de digitalización  conduce a las entidades financieras a ensanchar su volumen de actividades complejas y a una conectividad más estrecha entre bancos y entre entidades financieras a nivel global, fuentes ambas de incremento del riesgo sistémico en el sector financiero, como analizaremos en el próximo artículo.

La transformación digital de la banca e innovación tecnológica

La transformación de los servicios financieros en España, como en otros países europeos, es especialmente agitada, con la presencia de compañías de tecnología financiera (fintech) y  de los gigantes tecnológicos (Big tech). La denominación fintech, proveniente de finance y technology, se refiere a aquellas empresas normalmente de nueva creación e innovadoras (start-ups), que han desarrollado tecnología puntera que traducen en oferta de productos o prestación de servicios a las entidades  financieras; un tipo de firma surgida tras el gran colapso financiero que marcó la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Y aunque hay una cierta competencia entre esos dos tipos de empresas, diferenciadas ante todo por las dimensiones, conciertan acuerdos y surge una cierta imbricación entre ambos en su objetivo de prestar servicios a la banca. (El País, 17/12/2019) El sector financiero se enfrenta actualmente a un contexto muy complicado e incierto, y dentro del cual, además, las entidades financieras afrontan los retos de la era digital, que está provocando una auténtica revolución. En esta coyuntura, la banca se ve obligada a realizar fuertes inversiones para el desarrollo de nuevas tecnologías, impulsando nuevos modelos de negocio que están obligando al sector a acelerar su ritmo de transformación. Ante este panorama, la banca está desarrollando estrategias para adaptarse al cambio a través de alianzas de todo tipo con las start-ups y/o con adquisiciones de firmas tecnológicas emergentes, como en el caso del Banco Santander que adquirió la compañía tecnológica Ebury, con 900 personas y con sede en Málaga, dedicada a transacciones en divisas en más de 19 países. Asimismo, las entidades financieras recurren además a las llamadas Big tech o grandes empresas  tecnológicas del mundo, con enormes bancos de datos susceptibles de ser comercializados, como Google, Amazon o Apple, con enorme capital,  tecnologías avanzadas y presencia mundial, muy por encima de las empresas de innovación tecnológica.

La asociación y colaboración de las Big  tech con la gran banca

En ese contexto, la estrategia tanto de bancos como de compañías de innovación tecnológica ha ido cambiando y buscando fórmulas de colaboración como la mejor vía para generar valor en el futuro, logrando beneficiarse de la agilidad y la capacidad de innovación de las nuevas tecnologías. De modo que tanto bancos como empresas de innovación tecnológica, se dirigen ahora hacia las grandes empresas tecnológicas, las denominadas BigTech tanto las americanas GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) como las chinas BAT (Baidu, Alibaba y Tencent) y otras como Paypal o incluso Netflix…, que además de ser nativas digitales, ágiles e innovadoras y centradas en el cliente, cuentan con grandes bases de clientes y una gran disponibilidad de fondos para poder acometer sus inversiones.
Estas conocidas Big Tech, bien sea obteniendo las autorizaciones administrativas que les habilitan para prestar distintos tipos de servicios financieros, como vimos en el artículo anterior; o a través de alianzas con entidades financieras tradicionales, han penetrado ya en el mundo de los servicios financieros. Los pagos, por ejemplo, son un terreno en el que la permeabilidad competitiva y colaborativa es evidente. El gran reto actual de la banca es, por tanto, desarrollar una estrategia adecuada para hacer frente a las grandes empresas tecnológicas que comienzan a entrar poco a poco en el negocio bancario. 

Un reciente informe de informe del Observatorio de la Digitalización Financiera KPMG-Funcas, diciembre 2019, profundiza en este fenómeno del denominado “BigTech Banking” y analiza la actuación y el impacto de los nuevos actores en el sector financiero tradicional. Porque la irrupción de los grandes gigantes tecnológicos como Google, Apple o Facebook supone un desafío para el modelo bancario tradicional. Aunque, en lugar de contemplar la presencia de estos gigantes como una amenaza, un número creciente de entidades financieras están considerando la asociación y la colaboración como el mejor camino a seguir. Según el citado informe de KPMG, el 26% de las entidades financieras ya se está asociando con uno o más gigantes tecnológicos, y un 27% adicional indica que tiene previsto forjar tales asociaciones dentro de los próximos doce meses. Esto representa un cambio significativo para la industria. Las BigTech están aterrizando en la prestación de servicios financieros desde varios segmentos de negocio; y tienen ventajas frente a las entidades financieras tradicionales que carecen de legado tecnológico, de inversión continua en nuevas tecnologías, y, sin embargo, disponen de un gran conocimiento de la mejor manera de tratar los datos para generar acciones comerciales con clientes; almacenar y procesar grandes volúmenes de datos de una forma mucho más eficiente que las entidades financieras tradicionales. En contraste, las entidades financieras tienen fuertes bases de clientes, que confían en ellos para guardar de forma segura su dinero y sus datos más sensibles.

El objetivo último es lograr la innovación digital en servicios financieros, mediante alianzas de todo tipo con las compañías de innovación tecnológica o mediante la contratación de servicios con algunos de los gigantes tecnológicos. En el informe “Innovación digital de servicios financieros: retos para los reguladores”, de agosto de 2017, des BBVA Research se destaca que  los grandes avances de la tecnología han abaratado el desarrollo de productos y servicios digitales. Y enumera los principales componentes más comunes de la digitalización bancaria, como son la tecnología móvil o utilización del teléfono inteligente para pagos; la explotación de los megadatos (Big data), uno de los elementos clave de la transformación digital; las infraestructuras tecnológica del blockchain o cadena de bloques de datos en tiempo real; y las tecnologías de inteligencia artificial, que podrían suponer un gran avance en la gestión, como examinaremos en los siguientes apartados. De un examen siquiera limitado de estas innovaciones tecnológicas en las entidades financieras,  se percibe la ampliación potencial de la actividad bancaria y el ensanchamiento de la  conectividad entre entidades financieras a nivel planetario.

La generación y explotación de megadatos o Big data

Hace unos años, expertos en banca señalaban que la capacidad de explotar de manera inteligente los flujos de datos que circulan en los sistemas electrónicos propios o en Internet, podría convertirse en el nuevo criterio para definir la competitividad de los bancos, que forman parte de las industrias de datos... Los megadatos o Big Data, ante todo, se refieren al gran aumento de datos disponibles gracias a la tecnología digital, siendo la única definición comúnmente aceptada la de volumen, variedad, velocidad, como precisaba un experto en la revista francesa de la banca. (Big Data : les données au centrede la stratégie. Le 02/01/2013 Revue Banque. Elias Baltassis Associé, Directeur général Opera Solutions FranceEn términos de volumen, cualquier empresa mediana, es decir, más de 1,000 empleados, almacena al menos tantos datos como la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, que almacena todo lo que se ha impreso desde Gutenberg. En términos de variedad, hoy existen datos interpersonales (comunicaciones electrónicas, correos electrónicos, redes sociales, etc.), datos de interacción hombre-máquina (que cubren varias transacciones, como archivos de tarjetas bancarias, historiales de navegación web, etc.) y datos entre máquinas (datos de comunicación entre máquinas, por ejemplo, GPS, cámaras de vigilancia, geolocalización, sin contacto). Y es probable que estos últimos aumenten más, con el desarrollo del Internet de las cosas. Finalmente, la velocidad se refiere al ritmo acelerado con se actualizan y se desplazan los datos. Hace ya unos años, el número promedio de contactos de clientes de un banco francés (incluidas las transacciones e interacciones bancarias) se había multiplicado por diez en menos de 10 años, dos tercios en relación con el canal de Internet y más de un tercio ya desde teléfonos inteligentes. Estos movimientos comenzaban a reflejar cambios en los hábitos de los consumidores, porque mientras que antes tenían un estado de cuenta mensual, hoy la posición de la cuenta y alertas sobre las transacciones se envían varias veces al día; además de las transacciones electrónicas que significan la virtual desaparición virtual de efectivo.
Muchos estudios han demostrado que una explotación inteligente de este fenómeno tiene un impacto muy favorable en los resultados de las empresas. El problema técnico es que los datos creados hoy superan con creces la capacidad de almacenamiento de una entidad bancaria.  De ahí que ahora resulte necesario desarrollar técnicas y métodos de análisis y sobre todo de procesamiento que hagan posible seleccionar solo los datos útiles identificados. En ese sentido todos saben que Internet ha cambiado la forma en que operan las empresas, funcionan los gobiernos y viven las personas. Pero una nueva tendencia tecnológica menos visible es igual de transformadora, que son los megadatos o Big data, algo distinto de Internet, aunque la Web hace que sea mucho más fácil recopilar y compartir datos. Y representan la idea de que podemos aprender de una gran cantidad de información que no podríamos comprender cuando usamos solo pequeñas cantidades. Esta explosión de datos es relativamente nueva. Tan recientemente como el año 2000, solo una cuarta parte de toda la información almacenada del mundo era digital. El resto se conservaba en papel, película y otros medios analógicos. Pero debido a que la cantidad de datos digitales se expande tan rápidamente, duplicándose cada tres años, esa situación se invirtió rápidamente. Hoy, menos del dos por ciento de toda la información almacenada no es digital.

Dada esta escala masiva, es tentador entender los megadatos o big data únicamente en términos de tamaño; pero eso resultaría engañoso. El concepto de megadatos o big data también se caracteriza por la capacidad de convertir en datos muchos aspectos del mundo que nunca antes se habían cuantificado; es lo que se llama "datafication"(Kenneth Neil CukierViktor Mayer-Schoenberger, The Rise of Big Data. How It's Changing the Way We Think About the World.  Foreign Affairs May/June 2013 ), que significa la conversión de información en dato. Esta conversión de informaciones en dato o datafication es una tendencia tecnológica que convierte muchos aspectos de nuestra vida en datos que posteriormente se transfieren a una nueva forma de activo o valor. Por ejemplo, la ubicación ha sido convertida en un dato, primero con la invención de la longitud y la latitud, y más recientemente con los sistemas satelitales GPS. Incluso las amistades y los "me gusta" se convierten en datos a través de Facebook. Y este tipo de datos se está utilizando para nuevos e increíbles usos, como definir perfiles de clientes de la banca, con la ayuda de computadores, los procesadores potentes, los algoritmos y software inteligentes y modelos matemáticos que se basan en estadísticas básicas.

Además, el uso de los grandes volúmenes de información convertidos en datos requerirá cambios profundos en la forma en que se gestionen estos, toda una nueva cultura. Ese nuevo concepto resulta muy útil para la gestión de grandes volúmenes de información como ocurre en  la banca y en las entidades financieras, que son sectores extremadamente complejos de gestionar por afrontar una multitud de clientes; factores de riesgo en la administración de las finanzas y cientos de regulaciones. Por lo tanto, resulta obvio decir que los servicios bancarios y financieros manejan una gran cantidad de datos, que han de servir para mejorar los procesos. Cada interacción con el cliente, transacción y otros procesos crean datos electrónicos que registrar, almacenar y explotar. De ahí que las compañías inteligentes incorporen tecnologías avanzadas y obtengan el máximo provecho de sus datos. (Datafication inBanking and Finance. 26/3 2018) 

Las aplicaciones del nuevo concepto de megadatos en banca y finanzas es un terreno en exploración. En el escenario actual, los servicios financieros y bancarios buscan el rápido análisis de datos para obtener la inmediatez en los resultados. La mayor parte de la evaluación se realiza en tiempo real, lo que hace que la toma de decisiones sea más rápida y precisa para estos servicios. Hay una variedad de procesos bancarios donde los datos se utilizan para lograr precisión como, principalmente, son la segmentación de clientes y marketing; y la evaluación de riesgos. Uno es el desarrollo de la segmentación de los clientes según criterios definidos y el  marketing de los servicios. Hace años se escribía que los bancos disponían en parte de megadatos o Big Data, pero sin explotarlos completamente, porque tal vez no tenían los medios, la necesidad o la urgencia. Y muchos de ellos hacían marketing muy tradicional, esencialmente sobre la base de datos sociodemográficos, combinados con una noción de equipo (el número de productos bancarios en poder de un cliente), riqueza o flujos financieros. Sin embargo, la necesidad de tener en cuenta  los datos de comportamiento ha sido uno de los factores que han contribuido a la acelerada penetración de la explotación de los megadatos. Por tanto, la digitalización y la explotación de los Big Data se han convertido por primera vez, realmente en el centro de la estrategia de marketing y ventas en la banca.

Los bancos y las compañías financieras se dirigen a un grupo muy amplio de clientes. Sin embargo, cada cliente merece un enfoque diferente debido a su comportamiento. La segmentación del cliente se trata de apuntar a los clientes de acuerdo con su comportamiento. Con el aumento de los datos, los bancos han entendido que el marketing centrado en el producto no es efectivo. Las compañías financieras también han jugado un papel valioso en la categorización de los clientes. Al analizar grandes cantidades de datos, las empresas descubren información valiosa que les permiten crear grupos de clientes de acuerdo con su comportamiento; por ejemplo a partir del acopio de datos a través de perfiles de redes sociales para conocer los gustos y disgustos de los consumidores y sus sentimientos. Citibank como proveedor de servicios financieros tiene una base de clientes de más de 200 millones en más de 160 países. Aplicando un enfoque integral basado en datos, Citibank reúne datos y los segmenta en un nivel granular. Luego, el aprendizaje automático se utiliza para comprender el uso potencial de los datos en la adquisición y retención de clientes. El seguimiento de datos se utiliza para encontrar registros de transacciones, lo que minimiza los problemas de transacciones incorrectas. Los algoritmos crean un modelo predictivo que permite a las autoridades modificar los procesos antes de que ocurra un error.
Otro proceso favorecido por la tecnología es la evaluación de riesgos crediticios, que está inserta en todos los sectores. Las compañías financieras y bancarias deben obtener una imagen clara del riesgo potencial para evitar peligros financieros ocultos. Las tecnologías de datos permiten que los servicios recopilen el historial de préstamos, los detalles de la tarjeta de crédito y otras informaciones. Combinando datos de múltiples bases de datos, los servicios hacen que la evaluación de riesgos sea precisa y efectiva con los datos. Kreditech (nombre comercial de Kreditech Holding SSL GmbH) con sede en Hamburgo) es una empresa que ofrece préstamos en línea a particulares, basándose en su solvencia crediticia, valorando el riesgo crediticio mediante el análisis de los solicitantes a través de datos accesibles en Internet. Kreditech utiliza un algoritmo de autoaprendizaje que analiza con tenología de megadatos. Dicho algoritmo es capaz de calcular la valoración de riesgo crediticio de una persona en segundos, analizando más de 15.000 datos.3​ Kreditech utiliza información basada en la ubicación (GPS), información de las redes sociales (likes, amigos, localizaciones y posts), datos del hardware (sistema operativo, navegador, etc.), comportamiento de compra y conducta en línea en general para determinar la solvencia crediticia del solicitante. Kreditech opera en Polonia, España, Rusia y en India. La calificación crediticia de una persona ayuda a evaluar su perfil de riesgo.
Asimismo, las tecnologías de los megadatos favorece la detección del fraude, que es probablemente el trabajo más difícil que deben realizar las empresas financieras y bancarias. La integración del aprendizaje automático con datos permite a los servicios rastrear cada actividad en tiempo real. Las máquinas analizan las actividades diarias de un banco y realizan un seguimiento de las actividades. Cualquier actividad fraudulenta se detecta de inmediato. De hecho, los bancos pueden realizar automáticamente acciones como poner en una lista negra una tarjeta, bloquear una cuenta o cualquier otra acción válida. Del mismo modo las tecnologías de datos  son aprovechadas por las compañías financieras y los bancos para mejorar las funciones comerciales internas y externas, y para el cumplimiento normativo.

Los servicios de banca en la nube

Los gigantes tecnológicos ofrecen a la banca el potencial de sus servicios en la nube, una denominación que, como sabemos, esconde la realidad de centros de datos de enorme capacidad. La nube está demostrando ser una opción superior para aumentar la capacidad de manejar datos, y ahora proporciona un nivel inigualable de agilidad, seguridad y escalabilidad a los bancos. Para nuevos usos como análisis de datos, procesamiento por lotes y almacenamiento de datos, los bancos pueden acceder a la nube cuando sea necesario, lo que significa que pueden utilizar dichos recursos de manera más flexible y eficiente. La computación en la nube también permite a las entidades financieras lograr ganancias considerables en eficiencia y reducciones de costos, ya que la tecnología requiere que los bancos paguen solo por los servicios que utilizan. En última instancia, esto significa que para probar nuevas aplicaciones, es mucho más rentable hacerlo en la nube que en la infraestructura de TI existente.

 El almacenamiento en la nube es un componente crítico de la informática en la nube, que guarda la información que utilizan las aplicaciones informáticas. El análisis y almacenamiento de megadatos, el Internet de las cosas, las bases de datos y las aplicaciones de copias de seguridad y archivado dependen de algún tipo de arquitectura de almacenamiento de datos. Por lo general, el almacenamiento en la nube resulta más fiable, escalable y seguro que los sistemas de almacenamiento en las instalaciones tradicionales. La mayoría de las grandes firmas tecnológicas ofrecen una gama completa de servicios situados en la nube para respaldar los requisitos de conformidad de las aplicaciones y el archivado.

Desde hace años grandes bancos y empresas líderes en el sector de los servicios financieros ya utilizan los servicios web de Amazon (AWS) como analizamos en el artículo anterior. Las BigTech son una garantía para que las grandes entidades financieras conscientes de la importancia de la seguridad, se sientan cómodas al usar su infraestructura compartida de informática y almacenamiento. El hecho es que muchas de las entidades financieras más grandes ya usan AWS o los servicios de otra de las grandes firmas tecnológicas; y quizás más sorprendentemente están implementando aplicaciones en esta infraestructura informática compartida que se ejecuta en los centros de datos de esas firmas tecnológicas como Amazon. Precisamente entre los clientes de los servicios en la nube de Amazon encontramos, por ejemplo, Bankinter, entidad española constituida como banco industrial, conjuntamente por el Banco de Santander y el Bank of America. Y que en la actualidad, es uno de los diez principales bancos de España, que proporciona servicios de banca online desde 1996, año en el que se convirtió en el primer banco en ofrecer operaciones de bolsa en tiempo real. Hoy en día, Bankinter.com y los servicios de corretaje de Bankinter siguen siendo líderes de la banca europea en materia de operaciones financieras online. Bankinter utiliza Amazon Web Services (AWS) para  ejecutar simulaciones que antes no eran factibles por la gran cantidad de infraestructura necesaria y también como parte fundamental de su aplicación de simulación de riesgo crediticio, desarrollando algoritmos complejos para simular diversas situaciones y evaluar el estado financiero de los clientes. Algo que requiere una gran potencia informática, según los expertos, porque para obtener resultados realistas, deben realizarse al menos 5 millones de simulaciones.

Sin embargo, esta tecnología tiene riesgos ciertos como veremos en el próximo capítulo... Incluso los proveedores de nube más destacados, como AWS, han tenido sus graves caídas. Desde interrupciones en el servicio que han durado horas hasta la pérdida de datos de los clientes, los desastres inesperados en la nube han afectado a los proveedores de nube más populares. Las causas han sido innumerables, desde cortes de energía hasta centros de datos que van a la quiebra por errores humanos.

La aplicación en banca de la tecnología blockchain

Para la banca la tecnología del blockchain o cadena de bloques podría potencialmente
significar una reducción de costes de miles de millones en efectivo al disminuir drásticamente los costes de procesamiento, los costes de transacción y la cantidad de papel que procesan.
Es decir, ofrecen grandes posibilidades en el campo de la digitalización de la banca y las finanzas aunque requiere complejos desarrollos. El blockchain o encadenamiento de bloques es un sistema de codificación de la información que permite la transferencia de datos de una manera completamente segura gracias a una tecnología muy sofisticada. Se suele comparar con un libro de contabilidad de una empresa donde están registradas todas las entradas y salidas de dinero; que, en este caso, hablaríamos de un libro de acontecimientos digitales. Todo un libro digital incorruptible de transacciones económicas que pueden programarse para registrar no sólo transacciones financieras, sino prácticamente toda transacción o información que sea de valor, es una definición aceptada. Es la tecnología  que está detrás del bitcoin, que también sirve para crear otras criptomonedas que se basen en los mismos principios, pero que tengan otras propiedades (política, algoritmo, etc.). La novedad es que esta transferencia de datos no necesita de un intermediario que compruebe y apruebe la información, sino que está distribuida en diversos nodos independientes entre sí que la registran y validan. Así, una vez que los datos son introducidos no podrán ser borrados, solo se podrán añadir nuevos registros. Además, no será legitimada a menos que la mayoría de ellos se pongan de acuerdo para hacerlo. Esto último se considera misión imposible.

Combinando bases de datos compartidas y criptografía, la tecnología blockchain permite que múltiples partes, incluso desconocidas entre sí desde diferentes ubicaciones geográficas, tengan acceso simultáneo a un libro de contabilidad digital constantemente actualizado que no puede ser alterado. Aunque sea de acceso público, esta la base de datos está protegida criptográficamente para evitar la manipulación de transacciones actuales y también pasadas. Debido a la criptografía, solo puede editar las partes de la cadena de bloques que poseen las claves privadas necesarias para escribir en el archivo. También mantiene la copia de todos de la cadena de bloques distribuida se mantiene sincronizada. La implementación de blockchain sería un paso para hacer que los bancos sean cada vez más rentables y valiosos. Todos los principales bancos están probando blockchain que podría usarse para transferencias de dinero, mantenimiento de registros y otras funciones internas. Estas nuevas infraestructuras digitales construidas en torno al blockchain, utilizadas para registrar transacciones, permiten mantener oculta la profunda participación de las firmas bajo la apariencia algorítmica, descentralizada y en la que la toma de decisiones se hace sin líderes por en medio. Por tanto, blockchain es una base de datos fiable y en constante crecimiento que es considerada el preludio de la descentralización y  de un mundo en el que las grandes entidades, ya sean bancos o Estados, no podrán dictar ya condiciones a todos los demás. Las experiencias muestran que el blockchain se ha aplicado por la ONU con éxito a la gestión complicada de la identificación de refugiados que carecen de documentos para probar su identidad.  Asimismo, la tecnología de blockchain tiene la capacidad de proporcionar un sistema de recuento de votos electrónicos imposible de descifrar, puede prevenir el fraude electoral, asegurando una elección durante el registro del votante así como dar cuenta de la identificación de los votantes y asegurar que los votos no puedan ser manipulados en una fecha posterior. (Evgeny Morozov, Capitalismo Big Tech, ed Enclave, 2018, pp. 167 y 171-178).

Los expertos destacan, entre otros, los principales beneficios del blockchain para el sector bancario y financiero.  (Nelito,Blockchain Technology in Banking &Finance. pdf. February 2018).  En primer lugar facilitaría la compensación y liquidación de las operaciones financieras. Actualmente, la conexión interbancaria es una red desordenada que registra los préstamos y valores que cuesta a los bancos miles de millones de dólares por la miríada de mensajes y reconciliación/cuadre manual. En segundo lugar mejoraría el sistema de pagos bancarios así como la negociación de los préstamos sindicados, eliminando en esos procesos todos los intermediarios. En tercer lugar, mejoraría el cumplimiento de la norma “conozca a su cliente” (Know your Customer o KYC, en la terminología anglofinanciera).El blockchain permitiría a una organización acceder a los detalles de verificación de la identidad de un cliente por otra organización, evitando así la repetición del proceso de KYC; y al facilitar que las empresas verifiquen e identifiquen a sus clientes, se  posibilitaría el objetivo de estas regulación de impedir o reducir las actividades de blanqueo de capitales ilícitos y la financiación del terrorismo Al mismo tiempo lograría una significativa reducción en los costos administrativos para los departamentos de cumplimiento normativo. En cuarto lugar se señala la reducción del fraude, puesto que esta tecnología podría eliminar algunos de los delitos actuales cometidos en línea contra nuestras entidades financieras.

La inteligencia Artificial (IA) aplicada en la banca.

En lugar de tratar de "enseñar" a una computadora cómo hacer cosas, como conducir un automóvil o traducir entre idiomas, que es lo que los expertos en inteligencia artificial llevan intentado sin éxito durante décadas, el nuevo enfoque consiste en alimentar con suficientes datos a una computadora para que puede inferir la probabilidad de que, por ejemplo, un semáforo sea verde y no rojo o que, en cierto contexto, se mantenga intermitente en ámbar.
Desde la ciencia de la computación, la inteligencia artificial (IA) se define por expertos como aquellos artilugios que perciben su entorno y adoptan acciones que maximizan su oportunidad de alcanzar con éxito su tarea. El fundamento de la IA consiste en la réplica por un computador de las funciones cognitivas humanas como son el aprendizaje y la resolución de problemas. Actualmente la IA puede utilizarse para detectar correlaciones inesperadas en grandes masas de datos, comprobar correlaciones inesperadas de causalidad o determinan una probabilidad empírica de un patrón predefinido.
La inteligencia artificial (IA) está alterando diversas industrias, pero los expertos prevén que la banca se beneficiará al máximo al incorporar sistemas de IA en los próximos años, con un ahorro previsible para la industria bancaria más de 1 billón de dólares para 2030, según la revista Forbes. La industria bancaria ha comenzado a considerar seriamente las soluciones basadas en inteligencia artificial para muchos problemas bancarios tradicionales. Los casos de uso en los que los ejecutivos ven creación de valor varían según el tamaño, la ubicación y el tipo de entidad financiera. Sin embargo, algunos atributos centrales siguen siendo los mismos. Con el potencial disruptivo de la IA para las finanzas y la tecnología financiera, la competencia entre las principales instituciones aumentará en los próximos años (How Artificial Intelligence IsHelping Financial Institutions. Forbes,  5/12/ 2018
Como gremio, todos los bancos están de acuerdo en que la IA es importante, pero sus estrategias para usarla varían enormemente, según un estudio del Financial Times que presentaba bajo el título La IA en la banca: la realidad detrás del bombo publicitario. (AI in banking: the reality behind the hype. Financial Times, 12/4/2018Los grandes bancos parecen haber captado la importancia de la innovación y la aplicación de la IA en sus negocios, y están comenzando a cosechar los beneficios mientras las pequeñas y medianas entidades luchan por ponerse al día. Varios expertos dicen que existe el peligro de que demasiada inversión de los grandes bancos fluya hacia áreas "sexys" como la automatización del servicio de atención al cliente con  los chatbots a expensas de la inversión en procesos entre bastidores donde los bancos podrían obtener ganancias más significativas.  (Un chatbot es un programa informático con el que es posible mantener una conversación y que funcionan mediante inteligencia artificial, como Siri o Cortana evolucionados). Bank of America ya ha desarrollado un chatbot, llamado Erica, una herramienta de inteligencia artificial que proporciona orientación financiera para los clientes del banco a través de mensajes de voz y texto.  Los chatbots y bots de voz sirven para interactuar con los clientes y resolver problemas antes de que cualquier personal humano se involucre. La tecnología detrás del procesamiento y generación del lenguaje natural hará que sea cada vez más difícil para los clientes percibir si están hablando con un humano o una interfaz de IA. El reconocimiento de voz y el reconocimiento facial podrían usarse en lugar de contraseñas para garantizar la seguridad. Pero la realidad es mucho más complicada que esos avances. Una encuesta de Financial Times en 2018 sobre el uso de IA por parte de 30 bancos líderes (entre ellos, Standard Chartered, Royal Bank of Canada o Nomura)  revelaba que la industria estaba entusiasmada con las perspectivas de una tecnología que pueda ayudar a reducir costos y aumentar los retornos, además de reducir el empleo. Sin embargo, no solo hay poco consenso sobre cómo se debe usar la inteligencia artificial en la banca, sino que muchos de los esfuerzos actuales para aplicar el aprendizaje automático son modestos. La inteligencia artificial tiene el potencial de ayudar a los bancos a ser más eficientes en el proceso de detección de fraude y lavado de dinero. Para identificar rápidamente posibles fraudes, los ingenieros de inteligencia artificial han desarrollado herramientas y sistemas que conducen y comprimen automáticamente datos que normalmente requieren muchas horas de trabajo en cuestión de minutos. Otras instituciones financieras como los fondos de alto riesgo persiguen la aplicación de tecnologías de IA sobre nuevas capas de fuentes de datos, y las compañías de seguros están mejorando los modelos de riesgo con la IA.

En resumen, las autoridades deberían diseñar técnicas y limitaciones que mejoren la transparencia del sistema. Porque en el marco de un sistema bancario y financiero global, sin fronteras,  basado aún en el principio de la libertad de los mercados de capitales, que pueden moverse por el planeta con un alto grado de opacidad en las transacciones mediante instrumentos, prácticas, operativas y entidades offshore altamente opacas, las tecnologías aplicadas en los procesos de digitalización acrecentarán sin duda los riesgos de inestabilidad y de colapso del sector financiero mundial; tanto más cuanto que las compañías tecnológicas asociadas a los bancos están fuera de la supervisión de las autoridades financieras. La extensión de la complejidad organizativa y funcional de la banca tecnológica plantea un riesgo sistémico adicional muy relevante, como analizaremos en un próximo artículo.-

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