Más de 1,000 rusos obtuvieron un pasaporte chipriota a través del programa gubernamental chipriota de concesión de nacionalidad mediante inversiones en la Isla. A su llegada al Aeropuerto Internacional de Larnaca, carteles en ruso ofrecen oportunidades de inversión, propiedades de lujo en venta y anuncios de muchas agencias inmobiliarias que desean gestionar tal programa, demostrando cuán importante se ha vuelto Rusia para el desarrollo de Chipre.
El canal árabe de TV Al Jazeera ha publicado hace unos días un cúmulo de informaciones sobre documentos gubernamentales, que ha denominado The Cyprus Papers o Papeles de Chipre, revelando que este pequeño país europeo vendió la nacionalidad a decenas de extranjeros vinculados al crimen y la corrupción, dotándoles de un pasaporte que tiene la ventaja adicional de poder vivir, trabajar y hacer negocios en cualquier lugar de la Unión Europea, desde Milán hasta Oporto.
Desde luego, el asunto cuestiona, entre otros temas, la
política europea antiblanqueo y la vigencia efectiva de las directivas europeas
relacionadas sobre la corrupción y el blanqueo de dinero sucio.
Compradores de pasaporte europeo
Los denominados The Cyprus Papers o Papeles de Chipre son un lote de documentos
oficiales filtrados y obtenidos exclusivamente por la Unidad de Investigación
de Al Jazeera, que contienen más de 1.400 solicitudes de nacionalidad aprobadas
como parte del Programa de Inversiones (CIP) administrado por la República de
Chipre; de las cuales casi la mitad provenían de Rusia. El programa permite a
las personas adineradas adquirir un pasaporte chipriota y, por extensión,
convertirse en ciudadanos de la Unión Europea, invirtiendo al menos 2,15
millones de euros (2,5 millones de dólares) en el país.
El pasaporte chipriota permite a su titular viajar
libremente a 174 países, lo que ha hecho popular el programa entre personas
ricas de países donde los viajes sin visa están restringidos. La investigación
del
canal árabe Al Jazeera alcanza a más de 1,400 documentos filtrados con 1.471
solicitudes, que contienen los nombres de 2.544 personas que recibieron un
pasaporte chipriota entre fines de 2017 y fines de 2019. Algunas incluyen a
miembros de su familia, lo que eleva el número total de personas a las que se
les concedió pasaporte europeo.
Entre los 2.500 nombres que aparecen en los documentos
filtrados, hay docenas de personas que, según los activistas anticorrupción, no
deberían haber obtenido la ciudadanía chipriota, o que podrían ser despojadas
de su ciudadanía chipriota debido a actividades delictivas, tras la concesión
de sus pasaportes. Estos chipriotas recién naturalizados llegaron de todo el mundo, de más de 70 países
en total. Los países con mayor número de solicitantes fueron Rusia (1.000),
China (500) y Ucrania (100). Sin embargo, también hubo compradores del Reino
Unido y Estados Unidos, Mali y Marruecos, Israel, Palestina, Sudáfrica, Corea
del Sur y Arabia Saudita.
Inversiones de alta rentabilidad personal
Ciertamente los medios de comunicación críticos aseguran
que a algunas de estas 2,500 personas no se les debería haber concedido
pasaportes dada sus biografías. Pero, aparte de la necesidad de obtener fondos
del exterior para compensar las dificultades de la situación financiera de la
Isla, entender el alcance de la irregularidad de la venta masiva de pasaportes
a ricos extranjeros responde a la reciente historia y a la trayectoria de esta
ex colonia británica.
Este país relativamente pequeño del Mediterráneo Oriental,
aprovecha al máximo su ubicación estratégica, entre los mercados emergentes del
Lejano Oriente y África y las economías maduras de Europa Occidental. Y además
disfrutando, como miembro de pleno derecho de la UE, del mercado único más
grande del mundo. Chipre ha crecido rápidamente durante las últimas tres
décadas y se ha consolidado como un centro destacado para las empresas
comerciales, las sociedades de cartera y de inversión, las empresas de
transporte marítimo, las empresas de turismo, las empresas de tecnología de la
información y fintech y una multitud de otras empresas. Así mismo Chipre es una
puerta de entrada para la inversión tanto en el mercado único europeo como en su
entorno; además de ser también un gran destino turístico y se ha convertido en
el lugar de residencia de bastantes extranjeros adinerados.
Para lograr su acceso a la UE, Chipre corrigió algo sus
rasgos legislativos de paraíso fiscal offshore, alimentado por el capital ruso
de todo origen y que ha continuado fluyendo mediante negocios más o menos
claros. Pero ha conservado la cultura de la opacidad propia de los paraísos fiscales
junto a sustanciales ventajas fiscales, entre las que destacan según las
agencias de gestión inversora internacional, la aplicación de uno de los tipos
de impuesto más bajos de Europa (12,5%) sobre los beneficios empresariales y un
atractivo sistema de incentivos fiscales para tipos específicos de empresas. Y
que ha incentivado la inversión extranjera mediante la concesión de la
nacionalidad chipriota, una facilidad que siempre practicaron muchos de los conocidos
paraísos fiscales offshore. Si actualmente Vanuatu, una isla del Pacifico y
paraíso fiscal decadente vende su pasaporte por 100,000 dólares $, Chipre cobra
más de 2 millones por la venta de su pasaporte, que es común a todos los
europeos.
Inversiones exteriores con golden visa
Según las informaciones publicadas, Chipre ofrece dos
programas de visa dorada a través de
inversiones inmobiliarias. Uno para
residencia permanente y otro para ciudadanía. Los dos planes de inversión para inmigración
chipriota son rápidos y eficientes en la concesión de un permiso de residencia
y un segundo pasaporte. Chipre es miembro de pleno derecho de la Unión Europea
y el inglés se habla ampliamente en la isla.
Chipre ofrece la ruta más rápida y segura a la nacionalidad
de un país europeo a través del programa de ciudadanía chipriota mediante
inversión. Se requiere una inversión de 2,15 millones de euros en bienes
raíces, más una donación de 100.000 euros al fondo de investigación y
desarrollo del gobierno y 100.000 euros a la organización de desarrollo
territorial. Chipre es único en su oferta de ciudadanía dentro de solo los 6
meses de tal inversión. Esto otorga un pasaporte chipriota y la ciudadanía de
un país de la UE, lo que permite la libertad de trabajar, hacer negocios,
viajar, estudiar y vivir en cualquiera de los 27 estados de la UE, incluidos
países como Alemania, Francia y el Reino Unido. La inversión se puede reducir
después de 5 años a solo 500.000 €.
El principal atractivo, pues, para las personas con elevado
patrimonio es la obtención rápida de la ciudadanía chipriota que se ofrece para
las inversiones inmobiliarias apropiadas. Este programa requiere que los
solicitantes carezcan de antecedentes penales, algo que no se ha cumplido según
las informaciones de Aljazeera. No hay requisitos de idioma, examen médico o
entrevista para los solicitantes de ciudadanía.
La seguridad europea en riesgo
¿Cuál es el problema de adquirir la nacionalidad? En
principio, no habría nada ilegal en adquirir una nueva ciudadanía y varios
países, incluidas las islas del Caribe consagrados paraísos fiscales, ofrecen “este
servicio”. El problema básico de convertir la ciudadanía en una mercancía
radica en el riesgo de que las personas abusen de sus nuevos derechos para
escapar de la aplicación de la ley en sus países de origen cuando han incurrido
en responsabilidades penales.
En varios casos, la
investigación publicada por Aljazeera
identificó a personas que obtuvieron sus pasaportes chipriotas poco antes de
que se presentaran cargos penales contra ellos. En algunos casos vivían en el
exilio, habiendo sido acusados y sentenciados en rebeldía. Desde el inicio en
2013 del programa referido, los solicitantes de nacionalidad tenían que
demostrar que carecían antecedentes penales, aportando la correspondiente
documentación. Y a raíz de algunos casos de incumplimientos de esta exigencia y
en respuesta a las críticas, el gobierno chipriota anunció en febrero de 2019 modificaciones en
los requerimientos del programa de inversiones reseñado. A los solicitantes se
les prohibió adquirir la ciudadanía chipriota si alguna vez habían estado bajo
investigación, se enfrentaban a acusaciones penales o tenían antecedentes
penales. Se prohibió la concesión o venta del pasaporte chipriota a las personas de Rusia, Ucrania o algún otro
país, sometidas a sanciones internacionales por la Unión Europea o Estados
Unidos, así como a quienes trabajaban para una entidad sancionada..
Por último, también se impidió que adquirieran
la ciudadanía chipriota los altos funcionarios gubernamentales electos o
designados, catalogadas como "personas políticamente expuestas" (PEP
en siglas inglesas) Pero las nuevas normas no son retrospectivas, por lo que
aquellos que ya habían comprado un pasaporte para entonces podrían conservarlo.El
concepto de ““personas políticamente expuestas”, o PEP, definido por las normativas internacionales de anti- blanqueo
de capitales, se refiere a personas que por su cargo institucional e
influencia podrían ser objeto de operaciones ilícitas por parte del crimen
organizado, tanto por corrupción como por operaciones de lavado de dinero. Y en
la práctica de los países ese concepto se aplica de modo diverso. Los
expertos en corrupción afirman que las PEP, incluso cuando no han sido acusadas
de ningún delito, debido al hecho de que tienen acceso a fondos públicos y al
proceso de toma de decisiones para desembolsar esos fondos, se considera que
tienen un riesgo mucho mayor de corrupción.
Chipre ha generado un problema adicional para el combate
contra el blanqueo de dinero sucio por parte de los gobiernos europeos. Según
las nuevas reglas chipriotas introducidas el año pasado, las PEP ahora tienen
prohibido comprar pasaportes, pero quienes ya los compraron pueden
conservarlos. Entre los que adquirieron pasaportes se encuentran el ex
viceministro Igor Reva y el ex miembro del parlamento ruso Vadim Moshkovich. La
lista también incluye al exjefe de una subsidiaria de los ferrocarriles
estatales, Vitaly Evdokimenko, y Vladimir Khristenko, quien proviene de una
familia muy relacionada políticamente, con su madrastra como la actual
viceprimera ministra de Rusia.La razón por la que estas personas políticamente
conectadas miran hacia Chipre y, por extensión, hacia la UE, es porque temen
que sus posesiones puedan estar en riesgo en su país de origen, Nigel
Gould-Davies, experto en Rusia del Instituto Internacional de Asuntos
Estratégicos del Reino Unido, según manifestó a Al Jazeera.
Resulta evidente que el gobierno chipriota ha otorgado la
ciudadanía europea a delincuentes, que
están bajo investigación criminal y a personas que se considera que corren un
alto riesgo de corrupción, a una escala que los críticos afirman que es
sistemática. La Comisión Europea, así como las principales ONG anticorrupción
Global Witness y Transparencia Internacional, han criticado el Programa de
Inversiones de Chipre y quieren que se elimine gradualmente. Afirman que el
programa ha facilitado el blanqueo de activos robados de Rusia y más allá, y ha
erosionado la confianza en las instituciones financieras de la UE. Y el
gobierno chipriota responde que ha endurecido sus reglas y que cada solicitud
presentada bajo el CIP estaba de acuerdo con las regulaciones vigentes en ese
momento. Asimismo, ha prometido ahora despojar a algunos chipriotas
naturalizados de su ciudadanía si son culpables de delitos graves. En julio de
2020, aprobó una ley que permite que esto suceda; y el ministro del Interior
asegura que, como estado miembro de la UE, funciona con absoluta transparencia.
Pero la realidad actual muestra que en materia de
corrupción y antiblanqueo de dinero sucio, Chipre ejemplifica que la UE es un
queso gruyere, algo de lo que la nueva Comisión europea no ha adquirido aún
conciencia de su gravedad.-
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